jueves, 9 de septiembre de 2010

LABOREO (diez )

Ya he comenzado a cavar la huerta.

Solo he conseguido en el almacén de material dos azadas una pala redonda y  un rastrillo, no hay más herramientas salvo una carretilla vieja.



Hay que devolverlo todo al final del día.

Pero para empezar, no está mal.



Está costando un montón  cavar la tierra y quitar las malas hierbas, pero poco a poco lo voy consiguiendo.

Tengo gran expectación y una nube de curiosos que se mantienen tras la valla de cristal observando mis movimientos.
Mucho mirón pero poco a nadie dispuesto a colaborar, y a este paso me van   dar las uvas cavando.


Hago un alto en el camino y aparco la carretilla con las herramientas cerca de la valla electrificada.
Uno de los curiosos me pregunta ¿qué es lo que estoy buscando?, y  yo con mucho  misterio y en voz baja le digo “un tesoro “y le suplico que no se lo  cuente a nadie.

De lejos veo que se ha puesto a cavar con mucho interés.



Como no dispongo de plantas, no  me queda más remedio que comprarlas y como no me dejan salir (si solo es ir y venir), pues las tengo que pedir por teléfono a un vivero que hay en las cercanías, y que he visto en internet y es de toda garantía 



Como no hay cabinas, el único teléfono disponible está en Recepción/Administración.

Hay una joven (?) que se encarga de todo, se llama Sara y es muy amable.
Le cuento mi problema y rápidamente se pone a ello.

Como no disponemos de dinero en efectivo, mira en el ordenador mi cuenta personal, pero no aparezco en ninguna como Mr. Hyde., por lo que tiene que consultar los archivos personales.
Código de acceso: SARA.
Contraseña: ****.
Me quedo con la copla.

Aparece un listado con todos los nombres, tanto del personal como de los residentes.
Cada uno con su carpeta personal.
Me quedo con  el dato.

Por fin  y después de un montón de consultas aparezco y para mi asombro, resulta que me llamo Alonso Q. (no hay más datos), y al parecer que según mi expediente ingresé en coma en otra Institución y que tengo doble personalidad.
Me quedo anonadado y/o estupefacto.


Doble personalidad Yo, que tonterías, y nos reímos los dos a carcajadas.

Desde los cinco años que llevo de  tratamiento han ido ingresando (no sé quién/es), pequeñas cantidades de dinero, y como no he gastado nada, tengo unos pequeños ahorrillos que no sabía.

Estoy evaluando la posibilidad de hacerme inversor de IENEJEJE (creo que se dice así) ,estoy algo  tocado del ala, pero no soy tonto.



Lo que es la vida, hoy descubro que me llamo Alonso y que tengo pasta gansa.


Hacemos el pedido al vivero por teléfono y me dicen que en unos días lo tendré.
Ahora me hace falta terminar de preparar la huerta, que es lo que me va a llevar mucho trabajo.

A la salida, me encuentro con el vigilante que controla el acceso desde una garita y me pregunta por el tema de la huerta.

Lo que corren las noticias.

Me cuenta que es de pueblo, de toda la vida, y que no ha vuelto desde que se metió de segurata  en la empresa Sanitas-Direct.

Que cuente con él para lo que haga falta.
Estaba pensando decirle que me echara una mano con la azada, pero me parece que mejor me callo.


Vuelvo a la tarea y me quedo sorprendido:

Hay varios compañeros que están afanosamente haciendo agujeros en la tierra, con las azadas, con la pala, hasta hay varios de rodillas escarbando desesperadamente con las manos, incluso hasta con las uñas.

Han cavado media huerta, como si estuvieran locos.


Otra cosa que está en marcha y  ya solo me queda completar la más importante: LA FUGA.
La cuchara, está a buen recaudo escondida en la gomaespuma del colchón.