viernes, 10 de septiembre de 2010

LA FUGA (once)

Esta mañana, al salir al  patio, ya había un grupo de curiosos esperándome.


Todo el mundo  quiere colaborar en el proyecto.


Unos por ver si encuentran el famoso tesoro que un árabe enterró por estas tierras  hace mil años, cuando el dominio musulmán, otros por el tema de La Memoria Histórica, otros por deporte, alguno que no sabe por qué, pero hay que ser solidario y hasta uno por el tema gastronómico: le he visto comerse la tierra alegando que tienen muchas vitaminas y si no: mira las plantas.




Total que he tenido que distribuir por turnos los grupos.


Los Indiana Jones, los primeros, pues cavan afanosamente donde les pilla, y se cansan antes.

Los estudiosos del pasado  van después ya que se lo toman con más calma y analizan todas las piedras con detenimiento  y las guardan para posteriores análisis.

Han tenido un concienzudo debate sobre unos restos óseos que han encontrado.
Unos dicen que se trata del fémur de un adolescente, y otros el de una mujer, pero yo veo simplemente una pata pollo.

Lo mejor de este grupo es que cavan muy profundo.


Los indecisos se acoplan a ambos grupos según les viene bien o mal, o viceversa.

Arzak va a su bola.


Y de repente, surgió de la nada y como por arte de magia el petróleo.


De las entrañas de la tierra surgió un torrente que oscureció el sol, primero petróleo, seguidamente: oro en forma de gotas y luego agua cristalina.


Hasta que me percaté que habían picado la tubería del agua.


Algunos de los presentes, a través del inmenso chorro de agua, creían ver a la Virgen María en forma de aparición, otros Buda (según las creencias cada uno ve lo que le interesa), alguno a Ruiz Mateos, hasta el Arco Iris como premonición que iba a volver a llover de nuevo.





Yo solo vi al Sr. Director detrás de la cristalera de su despacho dando saltos con un chimpancé enjaulado, hasta me pareció que se subía por las cortinas, fíjate.


No tardaron en aparecer el Jefe Marcial, Pancho Villa y Robocop, los que amablemente  me indicaron que les siguiera.

Nos dirigimos al despacho del Director con un ritmo que ya quisiera para sí La Legión, solo nos faltaba la cabra delante.



El Sr. Director, tenía la cara desencajada, aun más que de costumbre y me miraba con una mirada penetrante, los ojos enrojecidos como si hubiese estado toda la noche de marcha en una discoteca con mucho humo.

Balbuceaba palabras como USDESFELFULFABLE……y otras parecidas de difícil traducción, tanto que parecía que hablaba al revés.

En un momento se me paso la idea de sugerir un exorcismo.


Cuando se hubo calmado, me señaló con el dedo, amenazándome con quitarme el proyecto, dado que hasta ahora solo le había producido  pérdidas y disgustos, mostrándome unos gráficos en la pantalla de su ordenador.

Me fije mucho en dichos gráficos, pero también en la libreta que estaba en un cajón semiabierto que ponía “CLAVES SECRETAS “.


En mi defensa, alegue la ilusión con la que se habían tomado los internos con este proyecto, y que estaban más  serenos , tranquilos  y menos problemáticos .

Los beneficios que podían sacarse en un futuro, lo que paliaría con creces la perdidas.

Que gracias a mi, tenía más velocidad de descarga.

Y que a estas alturas no le convenía una huelga, recomendándole que viera la película Celda 211.




Como después de diez minutos y dado que no se había movido, incluso pestañeado, optamos por abandonar el despacho.


Afuera era todo una  fiesta, risas y alegría por doquier

Se habían enfrascado en una batalla de barro y algunas inofensivas piedras, hasta que alguien cerró la llave de paso, con la consiguiente decepción general.














Anoto en mi  libreta, en la hoja de las REIVINDICACIONES:
 “piscina de barro “.