domingo, 19 de septiembre de 2010

DUDAS RAZONABLES (dieciseis)


Cada día que pasa me encuentro más cansado, con menos ganas de hacer cosas, como más apático.






Por lo menos tengo la ilusión de ver a Sara y estoy deseando que llegue.

Con la disculpa de la biblioteca, me paso a verla.
Esta cada día más radiante.

No sé cómo darle las gracias por lo del otro día.

Si por mi fuera, la sacaría a cenar, a bailar, al  cine…… ¿yo que se?, pero de momento tengo cruda la cosa.

Se alegra de verme y que esté bien.

Llaman del vivero y le dicen que en un par de días está el pedido.

Le pregunto por  qué se esfuerza tanto conmigo.
Se queda en silencio y mirando casi al suelo se da la media vuelta y como sin querer me dice que no quiere que me pase lo que le pasó al otro chico.

Pasmado me quedo.

Es que veo la historia repetida, tenía muchas ideas, ilusiones, ganas de vivir y al final……….empezó a decaer, a perder el interés, hasta que le tuvieron que trasladar a otro centro,

Se llamaba………..y teclea en el ordenador:














CLAVE: SARA.
CONTRASEÑA: **** (ARAS).

Mira el listado y no le encuentra, ha sido eliminado con un click.

¿Qué raro?, no aparece.

El caso es que llegó de otro centro, no era una persona problemática, y comenzó a tener ideas, intentar a cambiar un poco las cosas, a pedir mejoras, y hasta se encaró un par de veces con el Director pues no atendía sus peticiones.

Luego se fue desinflando, y le trasladaron.


Cambio el tercio dejando las dudas en el aire: y con el tema del vivero, ¿cómo lo pago?
No es problema, la factura se le remita al Director y el, a través de tu cuenta bancaria hace la trasferencia.
O sea, que el Director controla las cuentas de todos los internos y  dispone de sus números de cuenta, le pregunto.

En realidad, según él, actúa de Administrador, hasta que te den el alta definitiva, y puedes disponer de tus ingresos.


Miro el membrete de la Institución: “FUNDACION  ROCHE “.



Creo que por hoy tengo de sobra.





Salgo a la calle y el día soleado me despeja la cabeza.

La tierra de la parcela está en su punto.

Miro hacia la cristalera del despacho del Director, y al verme, se cierran las cortinas.
Tras ellas se adivinan las siluetas del Dire y los Médicos.




Detrás de la valla electrificada, todo es campo y Libertad.










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